miércoles, junio 28, 2006

Tía Neuritas nos llevó al baile

... literal. O sea, nos llevó a un antro de vicio. De perdición mejor ni hablamos.

Como era de esperarse, las fortunas fuimos incompletas. O sea, Charlotte rajó a la mera hora. Así que Tía Neuirtas agarró a su banda de amigos super intelectuales de izquierda, a Penelopita y a mí y nos llevó al jolgorio (uno de tantos que se arman diario -24/7-) en San Andrés.

Desafortunadamente, tengo que decir que lo que escribí en el post anterior (justo antes de recibir la "llamada de la ignominia" para ir a departir), esto de enamorarse como imbécil no es nada fácil (menos cuando el lugar estaba lleno de eso: imbéciles borrachos). Y menos cuando al lado de nosotras, dos parejitas unisex se juntaron a bailar y nos quitaron atención (pregunta obligada: ¿qué es lo que pasa con los hombres y las lesbianas?, no porque estas lo fueran,eran más bien borrachas "liberales").

Penelopita, que buscaba Odiseo, se decepcionó por enésima vez. Tía Neuritas se divirtió de lo lindo (como linda es toda ella) y yo... yo tuve que cambiar constantemente de lugar. Eso de la plática filosófica elevada con intelectuales de izquierda no me gusta cuando ya "traen sus copas".

2 comentarios:

Penelopita dijo...

Jajaja aayy hermana que noche tan dicharachera. NO CORRO, NO GRITO, NO TOMO...

Amelia dijo...

yo la acabaría:

pero bien que...