Cuando caes en el repechaje es que has perdido ya toda fe y esperanza sobre ti misma y sobre tus atributos. Aunque el repechaje puede ser visto como una última oportunidad para -con-ti-nuar- dentro de una competencia casi ya inexistente, se puede volver, sin duda, un suicidio arrepentidor.
Buscando una “salvación”, una cae en el impulsivo, seductor y culpable repechaje.
Toma una el teléfono, se pregunta si todavía guardaste alguno de sus teléfonos, te preguntas si todavía tendrá el mismo teléfono, encuentras su nombre entre el directorio y decides mandar un mensajito a aquel que alguna vez dejaste o te dejo, a aquel que juraste no volverle a hablar, a aquel que trataste de borrar de tu vida y de tus recuerdo, y lo peor de todo: te contesta.
Y ahora? Despiertas llena de culpabilidad y arrepentimiento…
domingo, octubre 29, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
no al repechaje! no al repechaje!
haaaayyy ameeelia.... YA hablàaamoos....!
La vida es mas sabrosa en el repechaje o ¿en el mar??
Jajaja pues que verdad prima al decir que es impulsivo y seductor.
Como alguna vez dije, un beso y un vaso con agua no se le niegan a nadie...ahora ¿y un mensaje? mmmm lo contemplaré.
Hey! Por lo menos tienes a alguein de repechaje en tu cel! Yo agarro la mania de borrar del coraje!
Publicar un comentario