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domingo, febrero 07, 2010

Querido Joaquín:

Querido, entrañable Joaquín. Esta carta no es de amor sino de reproches. Me has engañado una y otra vez, me has enamorado para después huir en ese taxi, yo parada a media calle sin poder decir una palabra me limpio tus besos de las mejillas.
Y es que me doy cuenta, Joaquín, que las palabras que me cantas al oído son en su mayoría mentiras. No seré yo a quien regreses a buscar al bar dentro de un año, au contraire, seré yo quien tarde 500 noches en olvidar. Soy yo la que ha de pasarse cada tarde con un nombre en la boca preguntando dónde está, dónde quedó aquella noche de noviembre, dónde el mes de abril.
Cómo deseo ser en este momento a quien dediquen frases desesperadas de amor y de añoranza, alivio de la soledad de noches y sueños, la primera visión del día, la última sonrisa antes de cerrar los ojos, veneno sobre labios.
No sabes lo penoso que resulta confesarte tan vulgares anhelos, después de tanto negar la necesidad del romance en mi vida, debo admitir que sin pensarlo me lanzaría al vacío si algún otro me repitiera tus palabras. Aún sabiendo que son robadas, la posibilidad de hallar un poquito, una sobra, un pedazo de tu corazón sería suficiente.
Mientras el taxi se pierde a la distancia pienso en nuestra última caminata por San Telmo, tal vez sea ahí donde volvamos a encontrarnos.

lunes, febrero 01, 2010

Ánimas y se pudiera...

Ojalá vendieran en la tiendita de la esquina bolsitas de valor y de hu...os(Yo regalaría algunas varias). Ojalá en el supermercado se pudieran comprar hombres perfectos que trajeran un cordoncito del cual jalar para escuchar la frase ideal y un guardarropa para cada ocasión. (Dejaríamos de sufrir en los bautizos del sobrinito, en las cenas de Navidad, o en esas eternas platicas en el auto después de un qué tienes...). Ojalá en las promociones de las papitas pudieran regalarte un par de buenos tacones, cómodos y de esos con los que sueñas al hojear las revistas (No le hace que traigan suelas rojas...) Ojalá anunciaran en los clasificados clases de como ser feliz y no morir en el intento...

miércoles, mayo 20, 2009

El mundo ideal

Cuando era pequeña alguna vez soñé con ser de grande aquella chica de la nariz mágica, o la mujer biónica, o más acercada a la "realidad", la super estrella de Hollywood, la protagonista de alguna novela escrita por Corin Tellado, o ya muy amolada, salvar ballenas o ver por la hambruna alrededor del mundo y salir en revistas como National Geographic. Creía en un mundo feliz, perfecto y en el amor.

Sin embargo, el sueño por ese mundo maravilloso poco a poco se fue desvaneciendo entre varios intentos fallidos por ser la reina de la primavera, destacar en eventos de sociedad, ganar ferias de ciencias, romperme varias (muchas) veces el corazón, usar aparatos ortopédicos o simplemente ganarles al cricket a las lindas pelirrojitas de los Afonte

Me fui dando cuenta que a pesar de la rimbombancia de mi familia, no siempre habría de tener FORTUNA. Comencé a echar en un saquito todas mis ilusiones, y decidí trabajar para algún ogro workaholic explotador. Me di cuenta que el sueño de vivir en provincia no se alejaba nada al sueño americano; que aquel lava platos que creció y creció hasta ser dueño de N mil cantidad de restaurantes sólo pasa en las películas (o en las familias de libaneses ja), y que si no era por casarme con algún empresario richachón y de avanzada edad, no tenía salvación...

¡Paráaaaaaaaaaa que el camino aún acaba! Hoy decido aprender y crecer. Darle nuevamente un chance al amor y entregarme como idiota a este nuevo príncipe azul. Quiero caminar por el mundo, aprender muchas lenguas y cantar. Quiero soñar con nuevos mañanas, recibir distintos anocheceres y emborracharme con algunos amaneceres. Quiero visitar en alguna de sus casas de campo a mi Tia Neuras y aprender con ella. Quiero tomarme muchas tazas de te con Ana, y verla reporteando desde la BBC de Londres; quiero ir a la boda de Charlie y decidir juntas el color de los vestidos caríshimos de las damas de honor. Quiero asistir a la graduación de aquel doctorado de Amelita en algún país del viejo continente. Quiero volverme a subir a los tacones, tomar ese portafolio y estacionar mi auto en aquel edificio con un cajón que a lo lejos se lea:
RESERVADO PENELOPE FORTUNA

domingo, febrero 10, 2008

Y cuando menos lo esperaba lo soñé


De unos años para acá creo haber perdido mi habilidad de soñar, o tal vez de recordar los sueños (diría mi terapeuta); pero por alguna extraña razón (ja, que bueno, creo saber cual es) esa noche, lo soñé.


Me encontré con ese hombre que me hace soñar despierta, que reanima mi día y me sorprende con un simple mensaje o llamada. Aquel con voz de poeta, de infinitas palabras, promesas y sonrisas en mí.


Soñé que me amaba y lo amaba...que nos pegaba un rayo del sol y nos desaparecíamos en el blanco del deslumbre...Soñé que las distancias se acortaban y que pisábamos el mismo firmamento...Soñé, soñé, soñé...


...¿Nos besamos? sí, pero ese recuerdo se borro, ja y no se si algún día lo recuperare :(