miércoles, mayo 28, 2008

Y no lo dijo la Tia Neuras

"El secreto del alma de las mujeres consiste en carecer de ella en absoluto."
Enrique Jardiel Poncela

martes, mayo 13, 2008

Then, you stop... or don't you?

Sabes que estás pensando en alguien a little too much cuando empiezas a reconocer cuando él piensa en alguien más...

viernes, mayo 09, 2008

God bless Norteamérica

Nos conocimos siendo unos niños en las clases de catecismo. Era el menor de los hijos de la comadre de mi Tía Neuras. La verdad no me caía muy bien que digamos, era un tanto rudo, mal educado, pero eso si, de al parecer una buena familia, los "De la Fuente y Albornoz" (Empresarios petroleros de la región Huasteca. Ahora entiendo porque nos querían emparentar, de haber sabidooo...).
Mandito (Armando) De la Fuente y Albornoz, tenía lo suyo y eso que aún eramos muy pequeños, 10, 11 años tal vez. Pese a que era muy buen mozo yo no podía con su "salvajismo" y mala reputación y siempre le hice el feo. Las malas lenguas cuentan que el vivía enamorado de mi en silencio, pero dejemoslo en malas lenguas.
Nos llegaron los quinces y lo mandaron a estudiar la preparatoria a Guadalajara. Mi tía me contaba que era muy popular allá, y que las "señoritas" lo buscaban mucho. Traducción: era un rock & roll, mujeriego y llenito de vicios. Poco le duró el gustito cuando sus padres, sabios, lo mandaron a un internado en Texas, al Lon Morris College. De ahí no supe más de él.
Hace unas semanas mi estimado vizconde de Santa Anilla organizó una excelentísima reunión para festejar su natalicio. Obviamente no podía faltar a tan distinguido evento. Me puse un lindo vestidito, tacón, bolso marrón y una disponibilidad para fiestear enorme. Arribe al salón, y para no perder la costumbre mi amigo me recibió con bombo y platillo. Al verme llegar sola (gracias) me dijo "ven te voy a presentar a un amigo de la universidad". Me introdujo a un hombre agradable a la vista, tal vez no un pura sangre, pero tenía buena carta de presentación. "Armando ella es Penelope Fortuna. Penny te dejo en excelente compañía, llegaron más invitados". La noche cedió, la plática, la copa y el baile también y yo me sorprendía cada vez más del caballero en toda la extensión de la palabra que tenía a mi lado.
Y ¿a qué te dedicas? pregunté, "Pues soy presidente de Industrias Petroleras Albornoz". ¡Que queeeeeee!! Se llamaba Armando, y trabajaba con los Albornoz?? y el presidente??? Aaahh canijo, me sonaba familiar hasta que me dijo "¿tú no eres hermana de Ana Fortuna?" TAN TAN TAN creo que aquel cavernicolita se me había convertido en todo un James Bond. "¿Ana Fortuna??? mmm no me suena, pues ya ves que es un tanto común el apellido". Ajaaaaaaaaaaaa ahí iba yo arrastraaaaaaaaandome por mi pasado, por no haber aguantado vara a unos chicles mal masticados y una carita sucia para ahora tener un imperio petrolero. Bien me diría mi hermana Charlie: "por eso estás sola..." Por qué mi Tía no me dio unas cachetadas y me obligó a quedarme sentada mientras el nene me jalaba las patillas...
La noche siguió y yo no hacía más que lamentarme, disimular que en efecto yo sí era la más pequeña de las Fortuna y sonreír cuando aquel buen partido se disculpaba cuando alguna chica lo sacaba a bailar...