martes, octubre 17, 2006

lo siento


Me da flojera ese momento de conocer a alguien, ese momento en el que todo es perfecto y sabes que no lo es. Sabes que tanto tu como él (o ella en su debido momento) lo están fingiendo. Pero siempre hay un deadline al asunto. Las primeras veces que “se encuentran” (ya sea que tu lo busques o que él te busque a ti) son realmente interesantes. Pero cuidado porque no duran mucho, el encanto dura aproximadamente 15 o 30 minutos, no más. Ese es el famoso deadline, cuando conoces a alguien por más de 15 o 30 minutos y por más de 3 o 5 veces y todo sigue igual de interesante; llegas a pensar que es él (o ella) al que en verdad estas buscando. Pero debes de sentirte relajada, no fingir (como si fuera tan fácil). Yo creo que más que nada es una lucha de egocentrismos y egolatría. Los dos quieren ser el centro de atención, mostrar cuan grandiosos son y compartir los múltiples gustos y placeres que tienen en común. Eso es lo que me da hueva. A veces me dan ganas, al conocer a alguien, de dejar de fingir. Decirle: la verdad estoy medio traumada, los hombres no me han hecho mucho caso durante mi corta vida y siempre prefieren a niñas más “jaladoras”, “buenotas”, o “guapas” que yo. Yo, yo simplemente no soy así. Yo soy a veces aburrida, extremadamente impulsiva, lloro harto, no soy muy agradable (de hecho soy medio hostil) ni soy políticamente correcta, no sé mucho de películas y la verdad soy algo ñoña, me despierto temprano, sólo me gusta la cerveza (ni siquiera michelada), soy medio borrachita, soy ree- enamoradiza y me gusta mucho leer, lo siento.

4 comentarios:

Adawolf dijo...

Por qué no pretender? por qué no fingir? uno lo hace siempre, todo el tiempo, con todas las personas, no sólo al conocerlas. Uno es de una manera con el amigo, de otra con la amiga, de otra con los hermanos, de otra forma con los papas, de otra con los primos, de otra con el maestro, de otra con la jefa. Todas son máscaras y todas son lo que uno es según la situación, ni más ni menos. El rostro detrás de la máscara... es nuestro verdadero rostro?

Paiki dijo...

Y te gusta la mostaza ;)

Amelia dijo...

sí sí, en mi casa no hay sal, no hay pimienta, no hay especies para hacer pasta, no hay azucar PERO cómo hay mostazas! jeje

Ireri Herrera dijo...

estimada Amelia: eres universal. Aplaudo eso.

Te quiero.