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La Tía Neuras le rezó mucho a San Antonio en su juventud. Penélope a San Judas, el santo patrono de las causas imposibles (no pudo hacer nada por su ninfomanía) y Charlotte le rezaba mucho a San Charbel, no porque estuviera enferma de nada grave, sino porque quería estarlo. Charlotte siempre tan hipocondriaca.
Yo le rezo a San Murphy. "Ay! San Murphy, ANIMAS no me llueva hoy que me lave y me peiné en el salón"....y llovía... "Ay! San Murphy, ANIMAS me pueda ir bien en la cita de hoy"... y me dejaban plantada... "Ay! San Murphy".... "AAAYYY!! SAN MUUURPHYYYY!!"...nada.
Luego comprendí, como nos enseñaron las monjas del colegio que, a las niñas pedinches, los santos no les hacían caso mientras que a las "niñas agradecidas" sí. Empecé a agradecer y a agradecer...
"Ay! San Murphy, gracias por el quinto matrimonio de la Tía Neuras...acuérdate de esta tu hija humilde".... "Ay! San Murphy, gracias porque se murió el quinto esposo.... por que a Penelopita saliendo del convento encontró novio... ayuda a Chalottita en su luto dándole trabajo y dinero... acuérdate de tu hija humilde...."
Me seguía lloviendo, me seguían dejando plantada los muchachos y en las fiestas todavía nadie me sacaba a bailar...
Ahora estudio cienciología... y lógica
1 comentario:
Hay manis, hace tiempo que no te divisaba...¡que amolada estas!!!!
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