viernes, mayo 19, 2006
Con credencial en mano ¡por favor!
Recordaba mis tiempos mozos, aquellos en que iba a la universidad, usaba hotpants y plataforma. Tiempos en que lo máximo era escuchar a Roberto Jordán y tomar una soda en alguna cafetería de moda. (Aaah que tiempos aquellos...) Y me acordé de esos amores de juventud, dónde era fácil enamorarse y romper corazones (incluyendo el mío) como si se tratase de un concurso.
¿Su nombre? mmm, la verdad no lo recuerdo, pero si me acuerdo de su peculiar peinado, su sonrisa metálica y su particular caminar. Nos conocimos en un evento de esos organizados por universitarios, dónde la gente iba a escuchar propuestas de los expertos, algo medio hippie. Y pues ya así medio salimos, intercambiamos teléfonos, y ja, lo he de confesar, algunos besos. En una de esas que se me ocurre preguntar "oye ¿y cuántos años tienes?" y que me contesta "voy a cumplir 19". POIIINGGG!!!! cual resorte me quedé.¿Qué no podía decir 18 y punto? ¿Qué tenía de malo su edad, ya estaba en la universidad, en edad de merecer no? Fue entonces que me percate que aún necesitaba talquearse las pompis, que en cualquier momento me podría hacer berrinche por un helado u orinar la cama....no no no, que tal si hasta me mentía y era menor de edad ¡susto! como diría mi amigo de aquellas épocas ligeras, Serafo. Pues para acabar con la historia decidí mantener su amistad por correo, y pues recordar siempre antes pedir una identificación.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
O simplemente no le preguntes.
Hay una canción.... hay una canción..... cómo va? como va? Jajaja.
Amigo sabes acabo de conocer, una mujer que aun es una niña..
y tambien hay una que diceeee...mmmm...como va...aah si LO QUE IMPORTA ES EL AMOR, Y NO LO QUE DIGA LA GENTE!!!
Y tambien hay un gobernador en Puebla que te puede dar unos consejos, ja
Publicar un comentario