Lo vi otra vez. Ese encanto misterioso de reir a medias voces. De una risa tan ligera y tan despierta que me arranca la alegría y me pone a suspirar.
Camina cabilando, meditando y planeando. Pero no ensaya las poses o las palabras. Es él. Completo. Mira a medio mirar y parece conocer absolutamente todo.
Tiene un montón de defectos. Los trato de contar. Pero cuando comienzo con la lista de virtudes, nunca termino. Siempre, siempre veré más buenos que malos.
Cierra los ojos al cantar y baila con la cabeza, con la mirada, con la mente y con la sonrisa. Baila siempre, a todas horas.
Le encanta la fiesta, el café y platicar. Ir al cine y explorar lugares nuevos. Encuentra amigos nuevos en quien le puede enseñar algo desconocido. Le encanta aprender.
Comete muchos errores pero, en retrospectiva, se rie de ellos y de sí mismo. Le gusta hacerme repelar.
La política le da igual pero ha de tener un punto de opinión y sabe mantener lo que cree justo en el lugar correcto. Hace deporte pero no está clavado con su imagen personal. No es excesivo, ni compulsivo, ni obsesivo. Es "normal".
Y lo quiero conocer.
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2 comentarios:
Ana está de regreso!, creo que todos los que leamos esto seremos más conscientes a la hora de cantar en el auto o en la regadera.
Felicitaciones por el post, es una buena manera de empezar mi día.
Saludos.
¡Hola Ana! (otra Ana)
Y al leer esto es como si empezara mi día.
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