jueves, noviembre 30, 2006

Aquel amor de niño

Tú 12 y yo 14. Tú apenas entrabas a la secundaria, yo con un pie en la preparatoria. Días soleados y congeladas de uva acompañaban nuestros 15 minutos de recreo. Una flor y la salida del colegio fueron más que un pretexto para encontrarnos.
Jamás nos besamos, era demasiado atrevido para TU edad. Cartas donde me entregabas el corazón y prometías que tendríamos un final de cuento de hadas aparecían entre mis libros de geometría y civismo.
No recuerdo cuántas veces colgaste el auricular al escuchar que era yo la que estaba al otro lado, ni cuántas sonó el timbre de aquella casa con portón de madera, que al salirte yo a buscar, me hacías creer que simplemente era el maldoso viento el que me buscaba.
Pasó el invierno y el colegio nos volvía a reunir. Tú en la selección de futbol, yo en la escolta. Tú jamás te decidías a hablar, yo me iba a pasear. Tú con aquella mirada, yo a aquel miraba. Tú ingenuo, joven y enamorado, yo una cobarde que sin saberlo te rompió el corazón...

miércoles, noviembre 29, 2006

Ganas

Luego de una gran charla que me dejó lista para dormir con una sonrisa en la boca y despertar con el mejor ánimo me dio lástima que el causante de este momentito de felicidad no estuviera más cerca para poder darle un gran abrazo, tal vez un beso.

martes, noviembre 28, 2006

Aquel caballero que te abre la puerta del auto, o aquel otro que se quita su abrigo para cubrirte del frio, o aquel que se procupa por tu salud, o aquel otro que se ofende ante las conversaciones "masculinas" en tu presencia, todavía existen.

¡Agradezco al destino por ponerlos en mi camino, que Dios los bendiga!

preguntas

estas son algunas preguntas q siempre nos preguntamos y que muy probablemente nunca nunca nunca nos animamos a preguntar o cuando nos responden nunca sabremos si su respuesta es la verdadera

por qué me gustas si tienes novia?

por qué me gustas si eres gay?

por qué sólo somos amigos?

por qué me dejaste de escribir?

por qué no me hablaste cuando regresaste?

por qué tenía que terminar si todo iba tan bien?

por qué se te quitó lo cariñoso?

por qué te empezó a gustar alguien más?

por qué no me buscas como antes?

por qué no me llevas con tus amigos?

por qué no me presentas como tu novia?

domingo, noviembre 26, 2006

Que no daría yo
por contemplarte..
aunque fuera,
un sólo instante...
ALEJANDRO SANZ
Estrategia Lily Allen

¡A sonreir muchachas!
EsTiMaDO LEctoR:
Se le informa que la Fortuna de Ana se encuentra en remodelación. Favor de dejar sus comentarios y sugerencias en el post aquí presente. Agradeciendo su comprensión, y en espera de darle un nuevo look a este blog, les informamos que los posts sufridos, azotados, decepciones amorosas y recuerdos familiares no se verán interrumpidos por esta remodelación. Gracias por su atención...

Frases de la Abuela Fortuna

La reina Juana (si, La Loca), paseando la tumba de Felipe El Hermoso, su esposo. Bebedor, promiscuo e infiel. Ella, lo quiso hasta la muerte. Literal.
"Matrimonio y mortaja, del Cielo
bajan"

viernes, noviembre 24, 2006

un hombre = un gorro


creo q mi relación con los hombres se resume a mi relación con los gorros:

lo compro

me hace feliz

lo uso

me identifico con él

lo hago parte de mi vida

lo descuido un poco porque lo siento seguro

lo pierdo

no acepto que se perdiò, hago como que no pasa nada y confío en que aparecerá de nuevo

no aparece

acepto que se perdió

lo busco desesperada y obsesivamente

idealizo que tan bello y perfecto era

busco otro gorro

lo encuentro

lo compro

me hace feliz

lo uso... (etc.)

Pero siempre siempre queda ese vacío e incertidumbre de pensar: aahh! ESE gorro, ESE de verdad era el MERO MERO BUENO, cómo lo extraño! con ESE en verdad en verdad era feliz. ¡Cómo no lo cuidé!

-y ahora sólo ando sin nada que me cubra mi cabecita en medio de este frío frío invierno-

jueves, noviembre 23, 2006

Estados de Animo

Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.

Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.

Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.

MARIO BENEDETTI

miércoles, noviembre 22, 2006

"Del baúl de la Tía Neuras, con amor"
Recuerden bien esto sobrinas...
cinito
+
cenita
=
canita
( al aire)

Todo cambia...

Mi hermana Charly ya es
toda una ejecutiva, ahora tiene auto, 2 teléfonos móviles (prrrt...pprrttt...),
se va de viaje y carga a diario un bolso de exclusiva firma.
La tía Neuras al parecer
ha dejado eso de los boy toys, y pretende llevar una vida amorosa más estable.
Promete volver a las andadas parranderas para alegrarle los fines de semana a
sus sobrinas y comerá más sano a partir de aahh..mmmm esteeee....el próximo año
(creo).
Mi hermana Anita se ha
alejado de la familia pero en busca de un buen porvenir. Se encuentra en un
estado transnacional para juntar algunos dollarucos para pagar la hipoteca, los regalos de Navidad, los spas, todos esos lujos a los
que está acostumbrada. Al parecer recuperará su búsqueda internacional del amor,
y no aceptará más producto nacional.
Amelita se ha vuelto toda
una deportista. Me encanta verla con su outfit deportivo. Se ha olvidado de su
automóvil, y ahora ni quien la baje de su bicicleta, como le encanta sentir el
aire frío en su carita.
¿y yo...?

Don Misterios 3ª parte

No puedo recordar por cuánto tiempo estuve escondida. Y tampoco es el objetivo de mi relato describir en dónde estaba. Basta decir que estuve, según yo, mucho tiempo en ese lugar. Un lugar oscuro y chiquito. Apretado donde más se apretaban mis reflexiones infantiles y mis deducciones ilógicas. Donde, durante un muy buen rato, dediqué horas a odiarlo todo empezando por el pueblo enormemente chico y desmedidamente provinciano en el que había nacido. Continué por odiar a mi absurda familia. A los escasos y obtusos compañeros de juegos. Pero sobre todo a mi tía. Esta pobre mujer que ni vela en el entierro porque nunca supo a quién se referían mis suspiritos, mis dedicadas horas a la costura, mis afanados momentos de lectura.

Después de horas encerrada pensando a quién le podía empezar a hacer daño, empezó este pequeño proceso que, desde que era yo una párvula, determina casi todas mis acciones. Empecé a racionalizarlo todo.

Empecé a buscarle explicación y una metodología a todo. Tanto lo que había pasado como a lo que estaba por suceder (claro, ya podía adivinar qué iba a pasar porque la lógica no fallaba). Me convertí en adivina de todo lo que pasaría en los próximos días, en los próximos años. En mi vida. Marqué pautas. Y pude sentir cómo, poquito en poquito, dejaba de llorar y de patalear en el suelo. Durante mucho tiempo, pensé que este episodio marcó el inicio de la madurez para mí. De la prudencia, del decoro.

Cuando salí de ese cuarto y encaminé para el pueblo, ya se me había olvidado el odio, el dolor, hasta el infame libro de Lolita, que tanto daño me había hecho.

Cuando llegué a la casa. Todo estaba tal como lo había previsto. Mi madre hecha un león, mis hermanas siendo interrogadas por mi papá, que ya había dado aviso a la policía y telefoneado al presidente municipal. Y claro, mi tía faltaba. Seguramente ella tan campante con el pederasta aquel.

Después de la regañada de jornalero que me metieron los señores Fortuna y de mandarme a la cama sin cenar (su castigo favorito). Me sentí mejor. Había pasado la primera etapa y no había sentido nada. ¡Ay, de aquellos como los viera juntos al día siguiente! Mejor, evitar el enojo.

Me recluí, evitando todo, por dos semanas, un mes. Bajo el pretexto de haberme contagiado de fiebre de los pollos del amigo de mi papá, me quedé en casa. ¿Cómo le hice para que me subiera la temperatura? No tengo idea. La fortuna, por única ocasión, estuvo de mi parte. Mi tía telefoneaba de vez en vez para ver si estaba o bien, si “todo” estaba bien. Nunca tomé la llamada.

A mes y medio “de rigor” para recuperarme, me recibieron con la noticia que mi tía contraería nupcias por quinta ocasión con Don Misterios y que mi madre ya tenía el tafetán listo para los vestidos de damas que íbamos a ocupar el martes 28 de diciembre.

domingo, noviembre 19, 2006

Sin permiso para salir


Ring!!! Ring!!! Alo, tía?? si ya estoy lista, nos vemos en la tiendita de Don Manuel. Eran las 10Pm y yo en mi bolso eche 2 billetes que "tomé prestados" de Anita, me puse las zapatillas francesas de Charly y un saquito de mamá para aumentarme unos añitos. Brinque del balcón y corrí a mi encuentro.
Subí al auto y en el asiento del copiloto noté una blanca carita ilusionada que se iluminaba con las luces de la noche. ¿Tú también? pregunté a mi prima Ame al percatarme de que Neuras se llevaba a las más pequeñas de las Fortuna de fiesta y sin autorización. Aaahh que sería de nosotras y de mi tía si mamá se enterara, encierro eterno y noches sin cenas para mí.
"No, no pueden pasar, no, son menores de edad, sólo pasa la del saco, no traen identificaciones, no, no, no" Eran las voces de aquellos hombres con aspecto de orangután que nos evitaban la entrada a esos salones de baile donde mi tía había de encontrarse con sus amistades. Resignada nos compró unas "pelonas" para matar el hambre, y nos encaminó a un lugar donde nos prometió si íbamos a poder entrar.
"El Pecadito" leí en el letrero iluminoso a la entrada del turbio lugar. Ahí no había hombres a la entrada, ni pedían identificaciones. Nos sentamos en unos sillones de terciopelo y las cervezas empezaron a correr. Cuerda mi tía no tomó, pero no impidió que nosotras lo hiciéramos. El lugar estaba lleno de niños, literal, de pubertos bebiendo y bailando cual adultos. Yo en verdad me sentí incómoda (ja como es la vida), pero mi prima Amelia no perdió el tiempo y rápido conoció a alguien. Mi tía al ver tal acontecimiento, recordó su miserable soledad, y nos sacó del lugar. Amelita lloraba en el asiento de atrás, y yo trataba de hacer tierra entre los gritos de mi familia. Camino a casa nos encontramos a un ex esposo de Neuras, pero como se veía un tanto encopado mi tía se limitó a acelerar y llevarnos lo más pronto a nuestro hogar.
Esperaban a que trepara la enredadera y entrara por mi balcón cuando Amelia estalló de nuevo en llanto y gritaba tanto que se encendieron las luces de mi habitación. Mi tía encendió el auto, huyó, y a mi me esperaban dos mujeres con tubos a la cabeza y muchas noches sin cenar...

sábado, noviembre 18, 2006

...Estoy urgida de ilusión...
Confesión de una a otra fortuna

viernes, noviembre 17, 2006

mis regalos:

A Penelopita le traje una gama de postales del príncipe, quien me pidió personalmente que fueran entregadas a ella, con el fin de convencerla de invitarlo, alguno de estos fines de semana, a las cálidas playas de Acapulco.


A la tía Neuras le traje un directorio de teléfonos del hombre más guapo y codiciado de Londres para que se anime, que creo no le costará mucho, a hablarle y decirle: “saca ¿no?”.


A Charlotte le traje una máquina inglesa de tiempo cariiishima para que viaje entre su pasado y su futuro sin límite alguno.


A Ana le traje un “all inclusive vacation package” en la isla de pápua nueva guinea para que se vaya de prófuga a encontrar el amor.

Don Misterios 2a Parte

(Esta es la segunda parte de una historia de gran amor y pérdida. Así también es una historia de distintos tipos de amor. El mío por Don Misterios comenzó, como relaté en la primera parte, cuando me daba clases de matemáticas, pero sobre todo, cuando comenzaba a saber la diferencia entre la realidad y la fantasía. Retomo, pues, el relato del paso de este señor por la vida de mi familia y la manera en que afectó mi vida.)


Estuve toda vestida y arreglada para ir a ver a mi amor. Pensaba, dentro de mis fantasías adolescentes, que Misterios correspondía mis intenciones. Caminé… no: Corrí hacia el parque, donde sabía que el me esperaba y donde nos gritaríamos a nosotros mismos y al mundo cuánto nos amábamos. Sabía que mi madre pondría el grito en el cielo y que, muy seguramente, Misterios y yo tendríamos que escapar hacia la capital o hacia otro país. ¡Qué emoción y cuántas aventuras podría vivir a mi corta edad estando con mi enamorado, como prófugos, escondidos de las falsas morales de los pueblos empequeñecidos por sus gentes y por sus costumbres; por su lejanía de la sofisticación. Me pensaba, claro está, una mujer muy sofisticada, que podría soportar todas las vicisitudes de la vida adulta y, como Lolita, aprender sobre la marcha el arte de ser mujer. Claro que yo no terminaría como este personaje. No. Yo, Ana Fortuna, correría una mejor suerte y tendría a mi lado a un gran hombre para probarlo. Iba corriendo hacia el parque decidida a mostrarle al mundo toda la madurez que mis menos de quince años podrían ofrecer.

Me acerqué, pues, al parque. Corrí por los andadores buscando la figura elevada de mi enamorado. Lo busqué en el quiosco, en la fuente de sodas y en cada una de las bancas. A la iglesia, pensé, Misterios no podría haber entrado por propia voluntad. El entendía muy bien, al igual que yo, lo ridículo de las cadenas morales que apretujaban a la gente de pueblo. Que la sostenían atada de manos y voluntad a épocas antiquísimas. Pero... tal vez, en un afán de redención, Misterios pudiera haber entrado en búsqueda de un perdón por adelantado para él y para mí, por los pecados que estaríamos próximos a cometer. Así que encaminé hacia la iglesia justo cuando sonaba la tercera campanada que anunciaba que faltaban quince minutos para la próxima misa y el final de otra. En el atrio apresuré el paso para entrar.

No hizo falta que avanzara más. Logré distinguir a Misterios, con ropa de domingo, avanzando entre los feligreses –hipócritas todos- que se despedían de los cuarenta y ocho santos patrones que adornaban los nichos y tablones de la iglesia de San Tepilco.

Ahí estaba él y mis ojos no podían creerlo. Del brazo “jalaba” a una señora de enorme sombrero. “¡Qué poca clase!”. No podía distinguir quién era la vieja que le colgaba del brazo aún cuando de la sorpresa fui a tropezar justo delante de ellos.

Mi tía me recogió por el brazo y me levantó con la ayuda de Misterios.

Mis ojos no lo creyeron por algunos segundos durante los cuales, sentí cómo se me escapaba la ilusión y la inocencia.

Tía Neuras y Misterios, del brazo caminando tan campantes por el atrio de la iglesia, donde todo el pueblo iba a saber que ese hombre me era infiel… ¡y con mi propia tía!
La ofuscación se me subió a los ojos y empecé a llorar de la impotencia. No. A llorar no. Aunque no podría ponerle un verbo a la manera en la que gritaba, aleteaba y me jalaba la falta almidonada que, con tanta atención, había preparado en la mañana. Agradezco que mis gritos hayan sido tan incomprensibles. Este relato sería un drama shakesperiano si alguna de las personas, que para este momento se habían convertido en mi público, me hubieran entendido. Maldecí a Misterios, maldecí a mi tía, a la gente de ese horrible pueblo, a la familia en la que había sido criada y a ese estúpido personaje ficticio que se había convertido en mi heroína.

Cuando me di cuenta, ahora corría en dirección contraria a la Iglesia. Pasé la avenida central, la carretera, las vías del tren, montón de calles empedradas que me separaron más y más de San Tepilco. A lo lejos, quedaba mi casa, mi pueblo, la gente que más odiaba en ese momento. Corrí.

..Continuará.

miércoles, noviembre 15, 2006

Te regalé mi sol, mi luz, mi playa,
te compartí mi dicha y mi pesar,
te dí las llaves de mi casa y mi confianza,
te cociné y te lleve a pasear...

viernes, noviembre 10, 2006

y, viaje


viaje

viaje para ver a tres hombres en el escenario y a uno junto a mi

viaje.

jueves, noviembre 09, 2006

¡Aaahh mira!


En la antigua Inglaterra la gente no podía tener sexo sin contar con el consentimiento del Rey (a menos que se tratara de un miembro de la familia real). Cuando la gente quería tener un hijo debían solicitar un permiso al monarca, quien les entregaba una placa que debian colgar afuera de su puerta mientras tenian relaciones. La placa decia "Fornication Under Consent of the King" (F.U.C.K.).

miércoles, noviembre 08, 2006

te vi...

Personas,
espacios
y objetos
que dejamos de contemplar,
quizá porque a diario los tenemos
-si se puede decir así- a la vista.

Lo más cercano resulta
-muchas veces-
lo más lejano.

Lo insólito,
Lo maravilloso
están allí, sin que los percibamos.

Un buen día sin embargo,
las cosas más cotidianas se presentan bajo otra luz.

Sonríen.
¿Qué cambió? ¿Ellas... o nosotros?

Un día de tanto verte...
te vi...

- Esto es un llamado para "Volter a ver... y vernos..."-


Texto tomado de "Un día de tanto verte, te vi" CONACULTA 2005

martes, noviembre 07, 2006

¿pero qué te vi?

Es la pregunta que me hago cada cierto tiempo que me acuerdo de la primera vez que sufrí por "amor". Cada vez que por alguna razón recuerdo a ese chico de la prepa, con que el pasé recreos charlando, por quien moría, junto a quien me senté en la fogata del campamente, aquel que representaba mis más púberes ilusiones, aquel que un día me preguntaría si quería andar con el.
Él, nunca me lo pidió, después del campamento se le declaró a una niña de primer año de prepa, yo sufrí y sufri, lloré, ridiculamente lloré con las canciones de dolidos y dejados como yo, pasé a la universidad pensando en que había perdido al amor de mi vida.
Ahora lo veo en fotos con aquella niña, siguen siendo novios.
Con los pedazos de mi corazón roto y despreciado me recuperé, sólo de momento porque en cuanto me descuidé el cruel amor volvió a darme el zarpazo y varios años después aun no me recupero, esta vez el golpe fue directo al centro.
Luego de esta última batalla miro atrás y me doy cuenta de mi inocencia, agradezco los años y poder mirarlo nuevamente sabiendo que no perdí nada más que mis lágrimas ya sé que no puedo sonar más ardida, pero no puedo más que agradecer que no me haya hecho caso, hoy me estaría arrepintiendo por el tiempo y palabras inútiles.
A ti "amor" del pasado sólo puedo decirte: NO SÉ QUÉ TE VI.
Recordando aquel post...

Es que no puedo dejar de atar cabos y encontrar similitudes caray.Aqui les dejo esta versión en vivo de "Penny" (Jenny) don´t be hasty, porque trae una introducción del nene Nutini que se me hace básica...

lunes, noviembre 06, 2006


¡Aaaahh que con MIS alimentos!
"Un pepito de res, por favor...¿mmm cuánto es de los Nachos?...el Ruben´s es para la señorita" bla bla bla bla...¿No me quiere el destino hacer maaas notoria mi soledad? ¿No me quiere echar más en cara, y meter en mis pensamientos al sexo opuesto?? ¡¡¡Quéee le pasaaaaa!!! Ahora para que se le quite voy a entrarle duro a las Margaritas, me voy a echar unas buenas tortas cubanas y porque no, hasta unas chaLUPITAs...

sábado, noviembre 04, 2006

¡Bien jugado mu mu mu chacho!!!


Recibí la cordial invitación del joven JayJay para asistir al que según sería el último juego de básquetbol de la temporada. El viernes por la tarde me apure a los deberes empresariales y realicé el largo viaje a mi Alma Mater.
Los silbidos y aplausos se dejaron escuchar. (nota: no por mí, sino por la emotividad del juego al cual llegué 5 minutos antes del medio tiempo)
Por supuesto porte mis viejos vans y una sudadera para estar más ad hoc con el evento. (Guardé mi traje Bottega Veneta caríshimo y mis zapatitos de charol).
Emocionada tome asiento y contemplé el juego. Esperaba que el joven JayJay se percatara de mi presencia, o de mis "jueguee jueguee" al volver de los vestidores, pero esta taaan enamorado que solo tenía ojos para su damisela. Me sentí como aquel padre que abandonó a su hijo, pero en el recital de piano se aparece y se sienta hasta el final...
El tiempo transcurría y más bueno y reñido se ponía el juego. ¿Los contrincantes? al parecer unos nenes de rojo, sucios sucios al jugar y no creo que llegaran a grado universitario, pa mi que eran algo así como una asociación civil (la clase se notaaaa).
Faltando algunos minutos para que terminara que me expulsan a mi gallo; haciendo berrinche (y con justa razón) que me lo mandan a la banca. Pobrecito, todavía que me lo golpearon y tiraron varias veces. TEEEEEEEEEEEE sonó una chicharra y triunfaron aquellos niños del CEIP (Centro De Educación Infantil para el Pueblo) Aahh que triste se veía el joven Jayjay, tan decepcionado. Tan afligido quedó que ni dio chance de darle una palmada en su flaca espalda y decirle con los ojos nublados: "bien jugado mumumu chacho, estoy orgullosa de ti". Ahi será para la otra.
Y así como llegué, me fui, cual fantasma de la Ópera...

jueves, noviembre 02, 2006

Esa misma noche:
Los hombres como la mota, es fácil que te los presenten, pero después es redificil sacar...
................................................. Mi tía y yo buscábamos un poquito de amor...Amelia simplemente un cigarro.

3 fortunas meditaban...

Los hombres son como la mota:
Se necesita de un dealer que te los acomode...

miércoles, noviembre 01, 2006