domingo, agosto 13, 2006

Servicio a la comunidad


Iba rumbo a la casa de Charlotita, cuando me topé con esto. Sí, era una selva que me sorprendió y me hizo pensar en que me había confundido de dirección. Pero no, no, no...era ahí mismo la casa en la que compartimos pláticas, algunos tragos (pásenle, les invito un Bacardi), algunas comidas y algunas lágrimas. Ahora esa linda casita blanca se encontraba poblada por malas hierbas, alguna que otra fiera y el camino se volvió un tanto peligroso.

Ay Charlotita te juro que voy a chambear durísimo pa enviarte un jardinero que le vuelva la dignidad a tu lindo hogar...

2 comentarios:

Ireri Herrera dijo...

Que lo que vayan ponindo en su alcancía en la Tetera sirva para pagarle un jardinero

La tía Neuras dijo...

Ese pobre fondo de ahorro...

Va lento y sumandole el hambre de las 5 fortuna mas las necesidades extras como el jardinero para Charlotte...... no creo que llegue muy lejos...