9 y 15 llegué al lugar acordado. Al principio mis intenciones eran las de hacerte esperar, de darme quesque a desear, pero la realidad fue que a mi edad no se manejar estándar y tuve que esperar a que me dieran un aventón (por eso mi tardanza).
Te vi sentado en una de las mesas junto a la ventana, leías. Las manos al instante empezaron a temblar y sentí aquel cosquilleo en la garganta que no te deja hablar.
Te vi, me viste. Nos abrazamos y sonreímos. Pedimos café y el tiempo voló. El nervio cesó y sólo pude pensar en lo bien que te han caído los años. En lo bien que te ves y en lo mucho que eres feliz. En que una mujer acompaña tus días y al parecer es linda y no jorobada (benditoo). Que eres un hombre exitoso, sigues igual de platicador y en lo mucho que nos parecemos. En que el destino de una forma u otra nos hubiera reunido y que me alegra compartir una taza de café contigo.
Nos despedimos, y me dijiste un "espero verte pronto, me gustaría irte a visitar". Nos volvimos a abrazar y sonreímos como por 40ava vez. Subí al auto, te vi caminar y pensé: "tal vez no era el amor de mi vida, pero que guapo es. Quiero volver a verlo, platicar y reír. Tal vez nos veamos en 20 años, compartamos una taza de café y...tal vez platiquemos de los niños y organicemos una carne asada para que se conozcan las familias..."
miércoles, agosto 02, 2006
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2 comentarios:
Órale que fuerte. Es la segunda vez que escribo esta frase hoy en un blog. Las nostalgia de lo no vivido, ya sea pasado o futuro parece atacarme el día de hoy.
Agréguese que en la otra página tengo el video de Pulp de Disc 2000. Casualidades microcósmicas
Plop... hay personas que son las personas pero no es el momento.
y las rectas siguen su curso....
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