"Seguramente me recuerden de películas como Efecto Camaleón"

Tengo amigas así. Es más, podría afirmar que yo, así como el resto de las Fortuna tenemos mucho ese síndrome (es más, podría enumerarlo en varias ocasiones de la vida de nosotras, cosa que no haré, claro está).

De repente Fulanita tiene un nuevo amor. Todo es maravilloso. Con sus defectos y todo, logra ver que esa persona vale la pena el tiempo y el cariño que se le da.

Bueno, este ser maravilloso, grande, parido por Atenea, lo tiene todo. Y encima de esto: le pone una atención y un cuidado a Fulanita que jamás se ha sentido tan consentida. Bravo por Fulanita.

De repente. Sale un comentario: Qué flojera con tu amiga Menganita.... Que feo se viste tu compañero Juanito... Oye, esta Cleopatra siempre te llama cuando necesita algo, ¿lo has notado?

Y viene entonces el conflicto de Fulanita. Claro que piensa por un instante que el "knight-in-shinning-armer" tiene que estar en un error. ¿Pero cómo va a ser posible eso, si lo tiene todo?

Y viene el proceso camaleónico. La mutación.

Fulanita no le llama tanto a Menganita ni le pide consejos. De repente empieza a criticar hasta la forma de caminar de Juanito y a Cleopatra la corta de su vida por "interesada y convenenciera".

Y de repente, los mal vibres y comentarios del noviecito no se limitan a estos tres amigos. De repente es sobre el ex novio, los ex amigos y los compañeros de trabajo de Fulanita. Sobre su mamá, sobre su ropa, sobre su carro y sobre su apariencia.

Fulanita esta confundida, no sabe qué hacer. Digo, este caballero parecía tenerlo todo y, además, estar infinitamente agradado con todo lo que Fulanita era y representaba. Pero ahora... Fulanita tiene que dejar de ser Fulanita y convertirse en la "sra-de-knight-in-shinning-armer".

¿Qué pasará con Fulanita cuando el susodicho decida que élla no puede terminar su mutación?