Verdades (clichés)

Hombres: lean. Mujeres: aprendan.

1. Las mujeres podemos despedazarnos... pero jamás nos haremos daño.

2. Marchita... pero de pie... como un árbol.

3. No eres tú... es todo lo que representas.

4. La fidelidad es recíproca... el amor no.

5. Andar con la ex chava de tu cuate no es bronca... andar con el ex chavo de tu amiga... no mames.

6. Platón es mi mejor amigo, jamás me contradice.

7. "Quihúbole".... "pues órale"

8. Dinero mata carita... dinero compra carita

Queridisima (y finisima, por qué no) familia:

Las montañas ya se llenan de nieve y yo sigo aquí viendo pasar las lunas.

Las extraño.

Los hombres... hay hay hay.... los hombres.

Ni todas las novelas vistas, ni todos los romances leidos, ni todas sus experiencias contadas me han podido hacer entender cómo lidiar con ellos (los hombres).

Debo confesar, tengo un hombre.

Tiene el cabello largo (casi a la cintura) y obscuro, es altísimo, tiene ojos azules y una arracada en la oreja izquierda.

Por lo general comemos juntos, de frente a frente; me ve, lo veo, sonreimos. La verdad no me gusta comer junto de él porque me pone tan tan nerviosa que no puedo comer, el estómago se me revuelve, las manos me sudan y el frances se me olvida.... hay hay hay... los hombres. nunca he hablado con él.

tía qué puedo hacer?

me siento extremadamente perdida,

amelia

Una simple voz y caí

"La hora exacta es 9 AM en Radio Facundia, la frecuencia que nos mantiene unidos"

Me bastó con escuchar la simple rúbrica de aquella estación, para que nunca más volviera a cambiar la frecuencia. Me bastó con escuchar aquella voz cada vez que daban la hora y jamás al frente de alguna transmisión para crearme una ilusión y volverme a trepar a la nube.

mmmmmm

Alguna vez mi tía me prestó, explicó e intento ejemplificarme toda una tesis sobre los amores platónicos. Me dijo románticamente que lo que yo quería era una probadita de ese mundo alterno y perpendicular, de ese mundo ajeno e inalcanzable que sólo en un instante irrepetible, en un punto movible, en una coordenada al azar podría regalarnos la oportunidad de “coincidir”…Mmmmm pensé ¿coincidir con aquella Voz? Difícil...tal vez tendría que secuestrar el tiempo aire en que "coincidimos", presentármele en aquella estación cuya dirección desconozco, y decirle algo así en francés, pa´que se enamore...Coincidir...que tal si descubro que es un señor de 85 años con aliento a centavo, o tal vez una mujer operada adicta a las hormonas masculinas ¡¡¡¡yaaaaiiickksss!!!

mmmmm

No, no es opción, prefiero quedarme con mi ilusión de hombre prefecto a través de esa voz; con mi imagen de aquel caballero que igual y en una de esas pasa por mi casa y se le ocurre invitarme a dar una vuelta en su corcel...ajaaaaaaaaa...

Consuelo

De cumpleaños me regalaron un Plan B. Sí, ese buen amigo casi hermano que nunca te quita el aliento ni despierta bajas pasiones. Mi Plan B ha propuesto que si al cumplir 40 años cada uno por su lado no ha logrado darse en la torre (casarse o amasijarse con alguien) uniremos fuerzas para destruirnos juntos. Tendremos un perro y un gato.

sudenly

... el asfalto estaba mojado por la lluvia habitual de la tarde. Hace mucho que no nos veíamos pero instintivamente enredé mi brazo en el tuyo. Me apoyé en ti para no resbalar y deshaciendo el nudo de nuestros brazos tranquilo me tomaste la mano causando un hueco en mi estomago, sensación olvidada. Nos despedimos a la puerta del tren y te dije adiós para siempre.

El último encuentro

Sin previo aviso, el destino los reunió sin saber que sería SU última vez. La última oportunidad de confesar viejos amores, rencores y liberar toda pasión. Dos lugares, diferentes compromisos, la distancia, la misma noche y una sola llamada bastó. Él, enamorado del ayer, ella con la nostalgia de la madrugada, el calor de las copas y una decepción más para archivar.

3, 4 de la mañana, el camino y un beso los sorprendió. Intentaron ser lo que alguna vez amaron... y se amaron...calmaron con fresas su hambre, con vino su sed, y el frío...con su calor, fingiendo que fingían que se amaban...

Ella con lágrimas en los ojos por fin reconoció las palabras de esa despedida "te extraño...te necesito...te quiero"...palabras que fluían de la boca del antiguo amante, de aquel que tal vez intentaba recuperar el pasado.

La despedida no se hizo esperar...fue como siempre..."¿cuándo nos veremos? no se, cuando nos topemos", pero esta vez ella sabía que sería un hola, hasta luego; un cuidate, llevo prisa...o tal vez, un disculpe, se equivocó de número...