Tesis Platónica

Marco teórico.

Platón. Filósofo griego de familia nobilísima y de la más alta aristrocracia. Tuvo a bien inmortalizarse con sus diálogos, estudios en política, ética, metafísica, epistemología y por dejarnos un estudio completito de lo que es el amor con todas sus variantes, agravantes, jerarquías, ventajas y desventajas, desde al amor carnal, hasta el amor divino, desde al amor real hasta lo que se conoce como “amor platónico”.

Carajo! HOMBRE TENIA QUE SER. Hacen muchas preguntas, siembran muchas dudas, prometen las estrellas, sacan los colmillos – y porque no?, también información confidencial-, nos dejan con incertidumbre, cuestionan las acciones pero NUNCA NUNCA NUNCA dan una respuesta o se dignan a terminar lo que inician.

Amor platónico. Propiamente hablando, es una elevación filosófica que varía desde la apariencia de la belleza hasta el conocimiento puro y desinteresado de su esencia. Es una forma de amor y amistad en que no hay un elemento sexual. Carajo, carajo y mas carajo!

Se le llama platónico, porque es nuestro amigo platón quien concibe esta idea de la clasificación de los tipos de amor en sus Diálogos. El es quien nos dice que a partir de la belleza de las cosas materiales, la mente pasa a la belleza de los cuerpos humanos, es así como el amor se transforma en un afecto platónico, que es la unión exclusiva de la mente y la voluntad de ambos amantes. Houston we have a problem!!!

El análisis que desarrolló Platón acerca del amor es uno de los más espléndidos que llevó a cabo este pensador. El amor no es ni bello ni bueno, sino que es sed de belleza y de bondad. El amor no es mortal, pero tampoco es inmortal: es uno de aquellos seres demoníacos intermedios entre hombres y dioses.

Dicho en otras palabras…en palabras de Rosalba Rivadeneira, el amor platónico es cuando nos hemos vuelto tan estúpidas por alguien, que nos cegamos a tal grado que llegamos a pensar que ese Adonis, ese David, ese hombre tan deseado creado por la mente distorsionada y a menudo engañada, podría llegar a nuestras vidas un día sin avisar. MUJER TENÍA QUE SER.

Hipótesis.

El amor platónico puede dejar de ser “platónico” en el momento en que se comprueba que la persona en cuestión resulta ser mejor que las ideas y suposiciones alrededor suyo y por lo tanto vale la pena tomar riesgos.

Si se da el caso contrario y la idealización resultó ser superior a la realidad lo mejor será continuar viviendo en un sueño guajiro o cambiar de opinión y buscar otro posible “amor platónico” que si cumpla con las expectativas.

Planteamiento del problema.

La problemática.

A) El conocimiento por parte del amado, de este sentimiento.

B) La experiencia irrefutable del amado contra la estupidez evidentísima de la enamorada.

C) La falta de Interés por alguna de las dos partes.

D) La falta de huevos de la enamorada para hacer algo al respecto.

La realidad. No es amor, es capricho?. No es capricho, es admiración? No es admiración, es curiosidad? No es curiosidad, es fijación?... Pues será el sereno… es querer todo, pero no recibir nada, es crear una fantasía para buscar hábilmente hacerla realidad… Es lanzarse al abismo del riesgo, para salir triunfante aunque un poco golpeada…. Es simplemente querer una probadita de ese mundo alterno y perpendicular, ese mundo ajeno e inalcanzable que sólo en un instante irrepetible, en un punto movible, en una coordenada al azar podría regalarnos la oportunidad de “coincidir”…

La duda. Los milagros no existen… pero el destino SI.

La solución.

Si una cree estar estúpidamente enamorada y el sólo necesita que alguien le eleve el ego hasta el cielo, entonces es posible llegar a un acuerdo…

Finjamos demencia. Finjamos indiferencia, finjamos que no existimos, finjamos cordura…
Finjamos hasta el día en que podamos aceptar que somos un mal mutuo y necesario para satisfacer mi sed de ficción y tu hambre de curiosidad…

El reto. Está latente, desde el día que lo conocí.

Comprobación de hipótesis.

Aún no comprobada, ya que se ha detectado que es estrictamente necesario realizar una investigación de campo para llegar a una deliberación clara y acertada.