1er acto. Penelopita tras un mostrador de la Tetera y pasa un chico en bicicleta. Al parecer se ven.
2do acto. Vuelva a pasar el chico pero esta vez en dirección contraria. Vuelve a voltear.
3er acto. El chico regresa y hace una parada en la Tetera. (Penny se emociona).
4to y último acto. El chico se baja de la bici y pregunta ¿acaso esos de allá son muffins?...Dame uno porfa...
Que triste...
2do acto. Vuelva a pasar el chico pero esta vez en dirección contraria. Vuelve a voltear.
3er acto. El chico regresa y hace una parada en la Tetera. (Penny se emociona).
4to y último acto. El chico se baja de la bici y pregunta ¿acaso esos de allá son muffins?...Dame uno porfa...
5 comentarios:
y que tal si no se atevió a preguntar tu nombre??? quizá es muy pen...oso
Así somos los hombres. Una de dos: o no se te quiso acercar o simplemente tenía hambre. Los hombres podemos comer con sin parar y aparentemente nuestros estómagos son más grandes que nuestra masa encefálica. Disculpen las pedradas aquellos de mi género, pero es la neta. Además, nosotros no nos andamos con intrigas del modo que los hacen las mujeres.
nos estas diciendo intrigosas beto????
yo que tu tendria màs cuidado al comentar
Ya no busco ganarme la simpatía de nadie. Tal vez sí, intrigosas. Y altivas, al menos en el caso de dos personas que no han publicado últimamente en este blog pero cuyo nombre no mencionaré.
jjjjjjjjaaajjjjaaa.. suele pasar... y en la tetera.. como no te imaginas... jajjaa
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