Anoche no dormí en casa.
Anoche me acosté en una cama que no era la mía
y soñé unos sueños que apenas conocía.
Anoche entre sabanas de franela,
la calefacción, y "la televisión para que te arrulle"
me diste un buenas noches y cerrabas la ventana.
Anoche, galletas, te y un poco de café.
Aromas que sólo tu casa puede tener.
Aromas que me recuerdan como nos llegamos a querer.
Anoche me abrazaron unos brazos que no eran míos, ni tuyos,
se fueron las tristezas y llenaste mi corazón.
Anoche aquel ángel que sólo sabe cuando visitar,
me visitó, y de nuevo todo se llevó...