miércoles, mayo 20, 2009

El mundo ideal

Cuando era pequeña alguna vez soñé con ser de grande aquella chica de la nariz mágica, o la mujer biónica, o más acercada a la "realidad", la super estrella de Hollywood, la protagonista de alguna novela escrita por Corin Tellado, o ya muy amolada, salvar ballenas o ver por la hambruna alrededor del mundo y salir en revistas como National Geographic. Creía en un mundo feliz, perfecto y en el amor.

Sin embargo, el sueño por ese mundo maravilloso poco a poco se fue desvaneciendo entre varios intentos fallidos por ser la reina de la primavera, destacar en eventos de sociedad, ganar ferias de ciencias, romperme varias (muchas) veces el corazón, usar aparatos ortopédicos o simplemente ganarles al cricket a las lindas pelirrojitas de los Afonte

Me fui dando cuenta que a pesar de la rimbombancia de mi familia, no siempre habría de tener FORTUNA. Comencé a echar en un saquito todas mis ilusiones, y decidí trabajar para algún ogro workaholic explotador. Me di cuenta que el sueño de vivir en provincia no se alejaba nada al sueño americano; que aquel lava platos que creció y creció hasta ser dueño de N mil cantidad de restaurantes sólo pasa en las películas (o en las familias de libaneses ja), y que si no era por casarme con algún empresario richachón y de avanzada edad, no tenía salvación...

¡Paráaaaaaaaaaa que el camino aún acaba! Hoy decido aprender y crecer. Darle nuevamente un chance al amor y entregarme como idiota a este nuevo príncipe azul. Quiero caminar por el mundo, aprender muchas lenguas y cantar. Quiero soñar con nuevos mañanas, recibir distintos anocheceres y emborracharme con algunos amaneceres. Quiero visitar en alguna de sus casas de campo a mi Tia Neuras y aprender con ella. Quiero tomarme muchas tazas de te con Ana, y verla reporteando desde la BBC de Londres; quiero ir a la boda de Charlie y decidir juntas el color de los vestidos caríshimos de las damas de honor. Quiero asistir a la graduación de aquel doctorado de Amelita en algún país del viejo continente. Quiero volverme a subir a los tacones, tomar ese portafolio y estacionar mi auto en aquel edificio con un cajón que a lo lejos se lea:
RESERVADO PENELOPE FORTUNA

viernes, mayo 01, 2009

Tiempos revueltos

Como si las cosas de la vida y el amor no fueran lo suficientemente complicadas, las epidemias y los virus se pasean por la calles empujando el ánimo de nuestros cazones al rincón más oscuro del del closet. Ojalá podamos encontrar un poco de romance o fantasía en este encierro.