Me encontraba en el autobús rumbo a mi trabajo caríshimo (ya que por no ser la mayor, no me toco el vehículo familiar) y no pude evitar poner atención a los gritos de la señora con plumosa y roja pamela, que iba sentaba delante de mi, con la que al parecer era su hija.
Entre sus incoherencias por fin le dijo algo "coherente" a su acompañante que me hizo recordar lo dadivosa que es mi familia (Obvioooo somos la crema y nata del lugar):
...recuerda que parte de ser una señorita de sociedad, está el preocuparse por el prójimo, por los que menos tienen, por aquellos a quienes Dios ha olvidado...
¡AAaaahhh caray, esta señora derrocha sabiduría!!! Totalmente de acuerdo con usted, pensé. Se notaba que esa señora tal vez tenía su rolls royce en el taller, o se dirigía a un té canasta,pero abordaba el autobús para que "nadie le contara", o igual y tenía algún antepasado Fortuna...no lo se, pero acertaba con lo que decía. Mi prestigiada familia siempre ha seguido al pie de la letra esa norma de ayudar, comenzando por mi adorada Tía Neuras. Ella siempre ha rescatado a aquellos necesitados de cobijo;a los desorientados y perdidos en el camino. Por su parte Amelita socorre a los desubicados y no limita sus acciones para con ellos, si es necesario viajar, viaja, si es necesario ceder el hogar, lo cede. Por supuesto yo, para no dejar atrás las enseñanzas y lecciones humanitarias de mis mayores, he socorrido a cuanto ha tocado a mi puerta, les abro mi corazón y mi casa...por dar algunos ejemplos.
Mmmm...ahora que lo pienso cuaaaanto hemos ayudado, por momentos unas santas...Santa Penelope Afortunada del Desprotegido...ya me vi...